"La importancia de dormir"
Todos sabemos (o intuimos) que el sueño (el acto de dormir) es de suma importancia para la vida de cualquier ser humano. A través de éste se recuperan energías y, además, es el momento en que se procesa toda la información recopilada durante el día. Dormir es la actividad a la que más tiempo dedicamos a lo largo de nuestras vidas (aproximadamente el 35%).
Al dormir, el organismo entra en un estado de reposo uniforme. Éste se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea, respiración, latidos del corazón) y por una respuesta menor ante los estímulos externos.Existen básicamente dos periodos definidos durante el sueño: no-REM (sueño lento) y REM(Movimiento ocular rápido). Cada uno tiene sus propias particularidades y fases:
- En el sueño no-REM la persona —a lo largo de cuatro etapas— experimenta la transición de la vigilia al sueño ligero; luego, inicia el sueño propiamente dicho y, subsecuentemente, entra en un sueño profundo. Durante esta fase, el tono muscular es débil y la frecuencia cardíaca y respiratoria disminuyen.
- El sueño REM ocupa aproximadamente el 20% del tiempo total que un adulto duerme, aunque varía con la edad y es mayor en los niños. Se caracteriza por un movimiento rápido de los ojos, una abolición completa del tono muscular y una aceleración irregular de la frecuencia respiratoria y del pulso.
Se ha comprobado que puede haber sueños en cualquiera de las fases del dormir humano. Sin embargo, los más elaborados y recordados son los que se producen en la fase REM, es decir, en el último tramo del ciclo del sueño.
Según nos explicaba el Dr. Puertas (Jefe de la Unidad del sueño del hospital de la Rivera) es muy interesante conseguir que el despertar después de los cuatro ciclos intercalados (REM – no REM) se produzca en la fase no REM del sueño, ya que en esta fase el sueño es mas ligero y el despertar es menos traumático (te despiertas con una sensación mas descansada).
A la falta de sueño también se la relaciona con el riesgo de sufrir obesidad, depresión, mal humor, problemas cardíacos y diabetes. El sueño es una necesidad básica que le permite al cuerpo descansar física y mentalmente. Durante este período, el organismo sigue funcionando de distinta manera, recupera y procesa información valiosa que quizá olvidó cuando estaba despierto.
Algunos estudios indican que dormir mal merma el control cerebral de las emociones y hace que uno reaccione con mayor irracionalidad. Cuando no se duerme lo suficiente, el cerebro es incapaz de contextualizar los estímulos negativos y darles una respuesta adecuada. Por ende, funciona con patrones más primitivos. Es por esto que nuestra sociedad parece ser cada día más emocionalmente irracional. Esto es especialmente importante en personas que tienen una alta responsabilidad y que necesitan rendir plenamente durante su desempeño.
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